CENTRO DE TRATAMIENTO PARA ADICCIONES REDESCUBRET.



ReDescubreT, es un Centro de Tratamiento para Adicciones y conductas autodestructivas que tiene como…

MISIÓN: Ayudar a personas que padecen las siguientes enfermedades:
Alcoholismo, drogadicción, adicción al juego, neurosis, bulimia, anorexia y depresión, mediante un tratamiento multidisciplinario en el que interviene la medicina, la psicología y el aspecto espiritual del paciente, apoyados en el Programa de 12 Pasos de A.A.

VISIÓN: El alcoholismo, la drogadicción y las conductas autodestructivas, son un fenómeno que crece día con día, poniendo en riesgo la vida de hombres y mujeres de nuestra sociedad, sin importar edad, o posición socioeconómica, actualmente además de provocar la muerte, es una de las principales causas de desintegración familiar, accidentes, generador de violencia y corrupción en nuestra sociedad.

OBJETIVO: Salvar la vida del enfermo que la padece, colaborar con las familias de los mismos, y con la sociedad ya que uno de los síntomas más notorios es la negación de la enfermedad y por sus características: incurable, progresiva y mortal por necesidad, el enfermo por sí sólo no podrá salir, necesitará ayuda de otras personas que padecen la misma enfermedad.

METODOLOGÍA:
En ReDescubrT sabemos las características de las enfermedades emocionales y sabemos también que el tratamiento debe ser a corto, mediano y largo plazos, por lo que diseñamos un tratamiento inicial con un internamiento mínimo de seis meses, en donde el paciente en un inicio es valorado médicamente para ver el grado de afectación física, para poder ser tratado en las siguientes etapas: psicológica y espiritualmente.

En el aspecto psicológico, se va llevando al interno a que poco a poco vaya descubriendo, en base a sus propias experiencias a lo largo de su vida, como es que adoptó conductas, pensamientos y tomó acciones que le llevaron a fugarse de su realidad, mediante psicoterapias cognitivas y conductuales mediante las cuales él podrá descubrir cómo fue que sus pensamientos basados en su propio “autoengaño” le llevaron a tomar conductas que le destruyeron a él, a su entorno familiar y social.

En el aspecto espiritual, el interno tiene que realizar profundos cambios en cuanto a su manera de sentir y pensar. Esto lo logrará en cuanto empiece a trabajar la catarsis (expulsión del dolor) por medio de la palabra y hace conciencia de los factores psicosociales y emotivos que le llevaron a adoptar conductas autodestructivas, en ReDescubreT, se practican principios espirituales universales como la obediencia, la disciplina, la confianza, la autoestima, el amor al servicio, el autoanálisis de la personalidad y el preocuparse por otro ser humano, para que así el paciente pueda despojarse de su egoísmo.
Nos apoyamos el los Doce Pasos del Programa de A.A.

LAS ADICCIONES.


¿QUÉ SON LAS ADICCIONES?

La adicción es una enfermedad primaria, crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influencian su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente progresiva y fatal. Es caracterizada por episodios continuos o periódicos de: descontrol sobre el uso, uso a pesar de consecuencias adversas, y distorsiones del pensamiento, mas notablemente negación.

Primaria se refiere a la naturaleza de la adicción como entidad patológica separada de otros estados pato- fisiológicos que pueden estar asociados. Primaria se refiere a que la adicción no es un síntoma de otro proceso patológico subyacente.

Enfermedad significa una discapacidad involuntaria. Representa la suma de fenómenos anormales que se presentan en un grupo de individuos. Estos fenómenos están asociados con un conjunto específico de características comunes, por lo que estos individuos difieren de la norma, y que los coloca en desventaja.

Frecuentemente progresiva y fatal significa que la enfermedad persiste a lo largo del tiempo y que los cambios físicos, emocionales y sociales son frecuentemente acumulativos y progresan mientras el uso continúa. La adicción causa muerte prematura a través de sobredosis, complicaciones orgánicas que involucran al cerebro, hígado, corazón, y otros órganos, dependiendo del tipo de adicción; y contribuye a la ocurrencia de suicidios, homicidios, violencia, maltrato, violación y abuso sexual, accidentes y otros eventos traumáticos interpersonales y/o familiares.

Descontrol se refiere a la inhabilidad para limitar el uso, la duración del episodio de uso, la intensidad del uso y las consecuencias conductuales del uso.
Preocupación asociada con el uso se refiere a la inversión excesiva de atención hacia el uso, el sustrato del uso, los efectos del uso, las situaciones relacionadas con el uso; lo cual significa una gran inversión de energía y tiempo en las actividades adictivas, traduciéndose en un relativo descuido de los intereses importantes de la vida diaria.

Las consecuencias adversas son problemas relacionados con el uso que llevan a impedimentos en las áreas de: salud física, funcionamiento psicológico, funcionamiento interpersonal, funcionamiento ocupacional; y problemas legales, financieros y espirituales.

La negación es usada aquí, no solo en el sentido psicoanalítico de un simple mecanismo de defensa que descalifica el significado de los eventos, sino más ampliamente incluyendo un amplio rango de maniobras psicológicas diseñadas para reducir la conciencia del hecho de que el uso es la causa de los problemas del individuo, más que una solución a estos problemas. La negación se convierte en una parte integral de la enfermedad y un obstáculo importante para la recuperación.

¿COMO SABER SI UN FAMILIAR SE ESTÁ DROGANDO?


Cambio de amistades.
Los jóvenes que comienzan a consumir generalmente cambian a los amigos que siempre han tenido, por otros que consumen ya que ahora hace parte de este nuevo entorno.

Síndrome amotivacional.
Esto es el típico "no estoy ni ahí con nada", el joven no encuentra motivación en ninguna actividad de las tradicionales o de las que siempre ha compartido con su familia, comienza a aislarse de su grupo familiar.
Cambio de costumbres.
Generalmente los jóvenes cambian sus hábitos, esto como consecuencia de sus nuevas amistades y "actividades", por lo que este punto se vuelve trascendental en detectar el inicio del consumo.

Descuido personal.
Generalmente los jóvenes que consumen sustancias descuidan su vestimenta y muchas veces son menos preocupados por su aseo personal.

Salidas permanentes del hogar.
Los jóvenes necesitan salir a compartir con sus nuevos amigos de "carrete", y a abastecerse de drogas por lo que comienza una suerte de salidas misteriosas y a horas que antes no eran comunes, el joven comienza a mentir con relación a sus actividades o simplemente a no comunicar que hace.

Cambios en la personalidad.
Dependiendo del tipo de drogas consumidas se producen diferentes cambios en su personalidad, ya que algunas de estas son depresoras y otras estimulantes del Sistema Nervioso Central, por lo que según el tipo de sustancia puede pasar de momentos de depresión a situaciones de euforia, además de esto puede darse la angustia por la falta de sustancia o la manifestación descontrolada de algún sentimiento guardado y que aflora al estar bajo la ingesta de la droga.

Ausencia escolar.
Este es un buen termómetro de medida del inicio de consumo de sustancias, ya que los jóvenes comienzan a "hacer la cimarra" y a tener reiteradas ausencias del establecimiento educacional, en muchas oportunidades los padres ni siquiera desconfían ya que son ellos mismos quienes dejan a su hijo en la puerta del colegio o liceo, pero una vez que se van, los jóvenes se las ingenian para no entrar, o a veces no entran a determinadas clases que no son de su agrado, por esto es recomendable que los padres se interesen por la situación de asistencia escolar de sus hijos.

Desaparición de objetos.
Es común que en la casa de un joven que comienza a usar drogas comiencen a desaparecerse pequeños objetos, al inicio ni siquiera de tanto valor económico, otras veces inventan que los asaltaron y les robaron parkas, zapatillas, u objetos de valor. Esto es lógico si consideramos que las drogas no son gratuitas y que producen tolerancia, esto quiere decir que de a poco van necesitando de dosis cada vez más altas para lograr el mismo efecto.

Pupilas contraídas o dilatadas, ojos enrojecidos y/o pequeños, congestión nasal, etc.
Estas son algunas de las manifestaciones visibles que pueden darnos indicios de consumo de sustancias, ya que con el uso de ciertos estimulantes hay contracción pupilar y sudoración de manos. Con la marihuana se enrojecen los ojos, pero los jóvenes son hábiles y usan descongestionantes oftálmicos por lo que también el frecuente uso de estos elementos debe hacernos sospechar. Irritación nasal en el caso de inhalación de ciertas sustancias como la cocaína y "chicota".

Alteraciones en el apetito, peso corporal o sueño.
Este es otro de los aspectos importantes para una detección precoz, a pesar que hay que tener en cuenta que los adolescentes son voraces y comen en demasía, pero el comer mucho puede ser resultado del consumo de marihuana la que entre sus efectos abre el apetito, sin necesariamente subir de peso. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas, además de su olor característico, produce aumento de peso por el gran aporte calórico que significa el alcohol mismo. La cocaína y anfetaminas en cambio son anorexígenos, esto quiere decir que quitan la sensación de hambre, por lo que normalmente el joven baja de peso, un caso más extremo de baja de peso importante lo presenta el consumo de Pasta Base de Cocaína. El sueño también se ve alterado ya que por lo general el consumidor de drogas duerme mal o no duerme, también sucede que cambia los días por las noches invirtiendo los ciclos normales de sueño vigilia.

FAMILIA Y PREVENCION.

Es evidente que la epidemia del consumo de drogas tanto legales como ilegales que nos impacta en la actualidad, ha despertado finalmente un alto índice de conciencia social al respecto.

De hecho ha motivado a muchos a opinar acerca de las múltiples causas del fenómeno y a examinar los profundos desajustes sociales que estamos viviendo. Aun así es frecuente encontrar la actitud de esperar que alguien o algo nos resuelva este problema que sabemos que puede afectarnos a nosotros directamente o a nuestros hijos o familiares.

En esta vorágine de señalamientos se nos olvida, a veces, que todos tenemos una responsabilidad social de formar parte de la solución, no solo con palabras, sino con hechos!

Cuando revisamos el rango de acción más asequible a todos nosotros, para poder actuar en prevención del consumo de drogas en los niños y jóvenes en formación, es necesario volver una y otra vez a la misma conclusión: la familia es la entidad donde debemos comenzar nuestros esfuerzos.
Sí, con nuestra propia familia, podemos comenzar de inmediato a planificar e implementar acciones concretas que lleven a preparar a todos nuestros hijos para tomar decisiones apropiadas en cuanto a consumo de drogas se refiere.
Es cierto que solo decirles que digan no a las drogas, no es suficiente. También es verdad que el no hacer nada, es la peor decisión que podamos tomar como padres.

Los enfoques modernos en prevención nos indican que la prevención por amenaza o castigo tampoco son efectivos.

Nuestros esfuerzos, mas bien deben fundarse en el fortalecimiento de los valores y habilidades humanas, la comunicación, la educación, el respeto mutuo y el amor familiar. Así como en el establecimiento de normas firmes, pero amorosas.
La familia es el núcleo social donde se forman nuestros ciudadanos. Es el grupo humano donde se transmiten los valores espirituales por medio del ejemplo. Por lo tanto es sumamente importante que asumamos nuestra responsabilidad como padres o madres, líderes de familia y equipemos a nuestros hijos con herramientas que les permitan una vida libre de drogas.

Algunas de las habilidades concretas que es necesario reforzar para resistir la presión de grupos negativos son:

* Fortalecer la capacidad de tomar decisiones personales.
* Enseñar a enfrentar los problemas.
* Promover la auto aceptación y autoestima.
* Fomentar la expresión de sentimientos.
* Ayudar a que florezca la capacidad de amar.

Todas estas habilidades son transmitidas por el ejemplo mas que por otros medios. De manera que debemos revisar en nosotros mismos estas capacidades y fortalecer las que hagan falta, para luego poder legárselas a nuestros hijos.
Algunas familias son chicas, otras son mas grandes. En algunas faltan el padre o la madre, pero en todas es posible mejorar, con nuestro esfuerzo, el ambiente familiar.

El conversar con nuestras familias a través de reuniones especialmente dedicadas a ese fin, es de suma utilidad. Luego de la cena, por ejemplo, podemos reservar 15 minutos para tocar los temas del día o de la semana y fortalecer de esta manera la comunicación.

Para lograr un ambiente sano en la familia se necesita solo buena voluntad, orientación adecuada y amor entre sus miembros.

Uno de los sentimientos mas transcendentales en la vida de un ser humano, es el que proviene de asumir la responsabilidad de brindar lo mejor de nosotros para el mantenimiento de este ambiente familiar sano, que es clave en lograr para nuestros hijos la posibilidad de una vida libre de drogas.